¿Qué tienen en común Joaquín Reyes, los remakes y la huelga de guionistas? Vale, que si hubiera huelga en España Joaquín Reyes dejaría de hacer el remake de La hora chanante que hace ahora, sí, ¡¡pero también que forman parte de las noticias de ésta semana!! ¡¡Las habréis leído en más partes, pero ellos no eran unos homófobos raciales!!
¡¿EL FINAL DE LA HUELGA?!
Tanto lío, tanta movida, tantos posts, tantas provisiones que hemos ido adquiriendo desde hace meses, tanta ilusión repentina por ver los DVD de El prisionero que nos compramos y tenemos cubiertos de polvo y lo mismo no nos sirven para nada. A mí que ya me hacía hasta ilusión la huelga de las narices y parece que puede darse una solución en unos días. Y es que las negociaciones han vuelto a empezar, ésta vez de buen rollo. Cada una de las partes se llevó la merendola de casa y entre pinchito de tortilla y chorizo con pan, se pusieron en corro a discutir sus problemas y al final parece que están empezando a llegar a conclusiones. Por lo visto, un insider (o sea, el típico cotilla capullo que se entera de todo) dice que la firma de un acuerdo está a punto de llegar, pero que no es hará efectivo hasta después de Navidad. Ja. Para que se enteren. Con la tontería llevamos ya un mes de huelga, eso sí, y las series se están resintiendo muy mucho. Sin ir más lejos, el próximo episodio de How I met your mother, la mejor serie de comedia actual, será el último de la serie si un milagro no lo remedia. Espero que a Jehová le guste HIMYM.
Y a la gran mayoría de las cosas que vemos les quedan uno o dos episodios, a excepción de Scrubs, a la que aun le quedan 6 episodios por emitir, o aquellas que tienen temporada completa como Todo el mundo odia a Chris, pero que no le importan a nadie. Por cierto, tengo que dejar constancia de lo hartito que ando de la gente guay con respecto al tema series. Sí, hombre, esos que cuando les dices “¿Y qué hago ahora yo sin Heroes?” te contestan “Tío, sal a la calle, hay una vida ahí fuera”. A ver, capullos varios. Claro que hay una vida ahí fuera, y todos tenemos una. Todos vamos al trabajo, al instituto, a la universidad, todos salimos, tenemos amigos, celebramos lo que nos gusta, tomamos unas Cocacolas y hacemos puenting si nos lo proponen. Por seguir cuatro series no eres un marginado que se queda en casa sin hacer nada, coño. De la misma manera, si veo que las series que veo no se emiten, no voy a gastar mi tiempo en ir a un gimnasio como dicen por ahí. Porque no. Porque no me da la gana. Porque prefiero pasarme el día atropellado por una manada de elefantes que yendo a un gimnasio. Y eso no me convierte en menos guay, ni en más radical, ni en un infraser. Pero vale ya de intentar adoctrinarnos a los pobrecitos comecacas que no sabemos disfrutar de la vida, demontres. Qué poco folla la gente, dios.