¿Qué tienen en común una muerte en la familia, un crossover inesperado y el día más esperado del año? Sí, vale, que el día más esperado del año es en el que salga el típico crossover inesperado que cuente con una muerte en la familia, ¡¡pero también que forman parte de las noticias de esta semana!! ¡¡Las habrán leído en más sitios, pero no pasan la mitad de la tarde en Facebook en vez de hacer algo de provecho!!
BATMAN RIP. O ALGO ASÍ.
Si hay algún fan de DC entre nosotros que abandone la sala, por favor. Sí, por la puerta grande de la derecha, gracias. ¿Queda alguno? ¿No? Vale, ya no queda nadie que pueda puntualizar mi desconocimiento absoluto del universo en cuestión, así que podemos empezar a hablar del bombazo comiquero de la semana (o del mes, o del año. O del siglo, ya puestos, que no son chulos ni nada los de DC) en América. No, no son los skrulls infiltrados (que, al final, ni eran tantos ni eran tan poderosos), ni el Ultimatum que, sin una historia decente, está matando a todo el universo Ultimate sin despeinarse, ni Spiderman comprando unas medias de lycra para su tía May (que, a estas alturas, es lo más emocionante que podemos esperarnos del Nuevo Día de las narices): Este mes ha muerto Batman. El de verdad. Bruce Wayne, con su capita, su máscara y su carisma, ha pasado a mejor vida (y con ello ya sabemos lo que nos espera, ¿verdad? Un sucesor que recoge su legado, resurrección dentro de cinco años… Ni que nos acabaran de matar al Capi, vaya) en los números finales de Final Crisis, que es la enésima crisis de DC para demostrar que ellos sí que saben montar megaeventos y no los de Marvel, que venden más pero son feos y tontos. Sí, es cierto, por lo que dicen no ha habido cristo que entendiera nada de lo que ocurría en el cómic, pero las últimas páginas del número 6 dejaban las cosas bastante claritas. Después de medio cargarse al personaje en la miniserie Batman RIP (que, no es por nada, pero si no se mata al Hombre Murciélago aquí se puede considerar el caso de publicidad engañosa más descarado desde… desde… vale, desde la Invasión secreta), Morrison decidió enfrentar a Batman contra un dios, Darkseid. Vamos, como enfrentar al Hombre Hormiga contra Galactus o a mí mismo contra John Cena (y desayuna después. Oh, mátenme). Después de un pequeño rifirafe, Batman es alcanzado por los rayos del mal del maligno Darkseid y Superman sostiene su cadáver. Todos lloran. Los personajes de dolor, los autores de alegría por la pasta que se va a meter en sus cuentas corrientes como quien no quiere la cosa. Más adelante, en el número 7, descubrimos que Batman, en realidad, está vivito y coleando en el pasado, junto a Anthro… ¡Pero no vamos a dejar que una paginita nos arruine una noticia así, demonios! Y, viendo lo incómodo que me hallo hablando de Batman, Superman, Darkseid y compañía, la semana que viene casi que vuelvo a mi Marvel de toda la vida. Que ellos sí que saben matar personajes sin tapujos (¿porque el Capi está muerto, no? Euh, quizá no sea el mejor ejemplo… ¿Capitán Marv…? ¿Jean Gr…? Eh… ¡Gwen Stacey! ¡Eso! ¡Ellos sí que saben matar personajes!).
Superman: ¡Ahora con un 50% más de supercuello! Oh, sí, y Batman se ha convertido en el Motorista Fantasma.
Y pasamos de crossover a crossover, pero bastante más inesperado (al fin y al cabo, que todos los superhéroes del universo se junten para luchar a una superfuerza malvada de la leche se ha hecho demasiadas, demasiadas veces). Y es que los nipones también están empezando a cogerle el truco a la fórmula “Personaje que vende + Personaje que vende = Personaje que vende doble. Sumar tantos personajes como veces que se quiera multiplicar el resultado final”. Después del absurdo crossover entre Dragon ball y One piece (cambien “absurdo” por “glorioso” o “dios absoluto” si su afición por el manga les nubla el raciocinio) y del entretenido videojuego Jump! Superstars (y su segunda parte, a medio camino entre el plagio y la secuela), la NTV japonesa ha decidido celebrar su 55 cumpleaños con un OVA que enfrentará al ladrón y al detective más famosos del mundo entero. No, no me refiero a los tipos que robaron El grito y a los Detectives Internet, sino a Lupin III –la persona que podría robar la Gioconda con un abrelatas y un poco de paciencia- y Conan Edogawa -el pariente de Jessica Fletcher que resuelve misterios como quien come fabada-. ¿La trama? Pues nada que no os podáis imaginar: Lupin decide robar un tesoro que ha sido encomendado a Conan. Supongo que al final habrá un par de persecuciones y ambos se harán amiguitos, prometiendo verse en una futura ocasión directa a video. Wow, no puedo esperar. Ah, calla, que sí puedo.