Normas de Equivocación: ¡El fantabuloso podcast!

Las modas de Internet están sufriendo un elitismo desconcertante. Mientras que hace años lo que todo el mundo debía hacer era sacarse autofotos para el Fotolog (posteriormente llamadas “esto va para el Facebook” o “niña, deja de poner esa cara de guarrona»), poco después fueron los blogs (ahora conocidos como “cementerios digitales”, que además es una palabra muy bonita) y más adelante el condensar todo lo aprendido en los blogs en 140 caracteres en Twitter (dentro de unos años conocido como “¿Cómo es posible que nos engancháramos a semejante tontería?”), ahora lo que se llevan son los podcast y las series online. Como veis, nos vamos especializando. El próximo paso es el éxito de los videoblogs de calidad, hacer esculturas o hacer striptease variados. Y aquí, como buenos borregos que somos, y ya que hacer una serie online es algo destinado o bien a quien tiene muchos amigos talentosos, o bien a quien no le importa hacer el ridículo (¿Habéis visto la mayoría de webseries que hay por ahí? ¿Es que nadie va a decir nada a esa pobre gente?), hemos decidido hacer un podcast. Uauh. Qué originales semos. Que alguien nos saque una foto para los anales de la historia. No, la peli porno no, so gaznápiros. Algunos de vosotros (los que no nos tengan en Twitter o Facebook, o no nos presten la más mínima atención) os preguntaréis “¿Y por qué debería importarme que hagáis un podcast?”. Pues a ello vamos, oigan.

Hacer un podcast, hoy en día, es más fácil que nunca, más que nada porque la diversidad de temas es infinita. ¿Eres un apasionado de la fontanería? ¡Fontapodcast te espera! ¿Te gustan los Micro Machines? ¡Todo el mundo amará Micromapodcast! ¿Que te vuelves loco por los podcast? ¡Podcastpodcast ya es tuyo! Tras escoger un nombre, hay mil posibilidades: Juntarse con los amigos en el salón de casa o por Skype (solo apto para los amantes del riesgo extremo) y empezar a soltar estupideces hasta que el público (otros amigos) se aburran de tanta bromita privada y tantos silencios incómodos es solo una de ellas, aunque, tristemente, la más extendida. Después, subiendo niveles, está el tratar con una mesa de mezclas y micrófonos profesionales desde casa (solo aptos para aquellos que, o bien no son independientes, o bien se ríen cuando alguien les pregunta sobre la crisis), grabar desde una radio libre o, ya puestos, cobrar haciendo el programa desde la SER. Curiosamente, esta última es una de las menos extendidas. Uno no termina de ver la conexión. Y ya solo queda lanzarlo al mar cual botellita con mensaje secreto y que se pierda en el oceano de la información. O sea, que todo el mundo lo ignore, cuatro lo aplaudan por amiguismo y los integrantes sueñen con ser los próximos Gabilondo del mundo radiofónico. Si él pudo con su inteligente espacio informativo, ¿por qué no nosotros que copiamos noticias de MeriStation y las comentamos sin demasiada gracia? ¡El mundo es injusto!

«Y ahora os contamos la última de Kojima: Va a hacer Metal Gear Solid 5. ¿O no? ¡Ja, ja! ¡Ahora nadie sabrá la verdad! ¡Vivan los podcast»

Y aquí es donde entramos nosotros, el equipo de Normas de Equivocación, que está formado por Freddy Voorhees (conocido por estos lares como el cámara del Furibundo Espectador y conocido en círculos personales como “Wikipedia humana” o “¿Ya está este pesado viendo otra serie?”), Hardita (estudiante de Periodismo, la benjamina del programa, luz de mi vida y de mi corazón y esas mariconadas que se decían Khal Drogo y Daenerys en Juego de Tronos) y un servidor, con las apariciones de Bob , Jei y Zelwyn amenizando el cotarro. ¿Y qué traemos en el programa? Pues hombre, lo mejor sería escucharlo, pero habrá que decirlo. En primer lugar, contadas con eso del humor y la risa, traemos noticias (¡oh! ¡Somos la originalidad!) comentadas por sus protagonistas, desde George Lucas hasta Stan Lee o James Cameron. Bueno, en realidad es alguno de nosotros poniendo voces raras, ¡pero apenas se nota la diferencia! ¡Creerán que Randy tiene estreñimiento al imitar al bueno de Lee! A partir de aquí, criticaremos los foros de adolescentes, a los otakus asquerosos (ojo, no a los “asquerosos otakus”. Nótese la diferencia), haremos top tens variados (¿no les he dicho que éramos la cúspide de la originalidad?) y una sección que gustará a muchos de ustedes: El reto.

Algunos se preguntan dónde está la segunda parte del artículo de Imagina Ser Mamá 2. No, no me lo he comido ni me he guardado el final para mi, ¡es que una obra de estas características merecía ser narrada en audio! Es por ello que en el programa piloto de Normas de Equivocación me tendréis durante doce minutos explicandoos los vericuetos de semejante bazofia. Sí, se hace cansino, pero al menos hice honor a mi promesa. No me lo pasé por diez minutos, pero jugar siete horas de 24 es un suplicio solo propio de torturas medievales. Siguiente parada, el próximo sábado, con el cómic de Escenas de Matrimonio leído y comentado por el bueno de Bob. Si tenéis cualquier tipo de basura que querais que nos leamos, veamos, escuchemos o juguemos y, a posteriori, comentemos, ¡solo tenéis que enviarnos un mail a normasdeequivocacion@gmail.com! ¡Habrá pútridos premios para los que escojamos cada quincena! ¿No queréis disfrutar de alguna bazofia de nuestra Gran Reserva en vuestra casa? ¡Ahora podéis, y, ya de paso, volvernos absolutamente locos pensando qué mente maligna quiere volvernos completamente tarumbas!

Ejemplo de mierda con la que nos explotaría la cabeza. O por la que querríamos que les explotara a los que dieron luz verde a esto.

“Pues vale, pues muy bien. ¿Y qué?”. Pues nada, que nos podéis escuchar los sábados de 6 a 7 en directo por Radio Carcoma o esperar al día siguiente, a que el podcast mejorado y ampliado aparezca en iTunes, en nuestro blog y en todos los sitios donde podamos. También podéis cerrar el Firefox e iros a hacer un bocata de chorizo, pero vaya, ya sería mala leche. Para empezar, os traemos el episodio piloto (repleto de fallos pero no exento de algún toque de humor. No nos juzguen, era el piloto) y el primero, recién salidito del horno. ¡Y a partir de esta semana, todas, acompañando un nuevo post de El blog de Randy, un nuevo episodio del podcast! Sí, por cierto: Si nos tenéis en Twitter y Facebook, podéis matarme por spammer cuando queráis. Vamos, ¡que no os podéis quejar! ¡Todos son ventajas! Ahora falta ver si esta es de esas promesas que se cumplen…

¿Les he contado que tengo grabado un Furibundo Espectador desde hace meses que va a ser la bomba y que…?

Episodio piloto

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Episodio 1: “¡El doctor se llama Nada!”

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