¿El blog de quién?

Dice un refrán de esos rancios que dicen las abuelas mientras te estrujan, te besan y te dicen lo gordo que estás (solo para, minutos después, obligarte a comer un bocadillo de chorizo de esos que matan toda posibilidad de volver a sentir delgadez) que entre todos le mataron, y él solito se murió. Supongo que aún habrá a alguien que le interese, pese a llevar un año de velorio, saber por qué hace un año que esto no actualiza, y no: No soy tan imbécil como para tropezar otra vez en la misma piedra y prometer el oro y el moro, millones de artículos novedosos o vídeos de risión ilimitada. O bueno, a lo mejor sí. ¡Tendréis que seguir leyendo para saberlo! (Eh, ¿os habéis fijado cómo he atrapado vuestra atención? ¡Lo enseñan en primero de bloggers sin talento!).

La cosa es que, como quien no quiere la cosa, ya pasó un año desde el último post, que encima fue un vil intento cutre y desastroso de hacer spam de un programa vergonzoso como fue el piloto de Normas de Equivocación. Si lo escuchasteis y nos mandasteis al carajo, es comprensible. Ni yo lo habría aguantado y, de hecho, hicimos sangre de él mucho más adelante, cuando ya mejoramos y nos convertimos en un programa digno como somos ahora. ¡Pero eh! ¡Escuchad! ¡Behold the power of lo que sea que suene épico! Por si os preguntabais por qué Randy parece estar dedicado a tocarse las narices y twittear en vez de actualizar, y como bonita manera de marcar un punto en el pasado y dirigirnos hacia el futuro (¡OH! ¡OH! ¡Qué bello comentario! ¿Se convertirá El Blog de Randy en El Blog del Poeta Casimiro? Pista: No), creo que es justo contaros qué estoy haciendo ahora, dónde podéis leer mis chorradas y por qué a nadie debería importarle un carajo. ¿Os apetece daros un paseo? Os aviso desde ya: Al final del post incluiré links (detrás del segundo «more»), y allí tedréis horas de lectura, ideal para entreteneros en el trabajo o, bueno, en el iPad mientras esperáis en la cola del paro (¡en el iParo!). Como Chicha, Tato y Clodoveo (¡Ibáñez, ese visionario!). Vamos pues por orden, de más importante a menos importante, que no de más a menos parecido a lo que era esto antaño. Ale hop, chimpón.

Esto sale en Google Imágenes si buscas "ego". La gente es muy rarita.

Kelkoo: ¿Qué? ¡El cú! Ja, ja, ja. Hubo una persona que se hizo fan en Facebook solo para soltar esa chorrada y largarse. ¿Para qué estudiar idiomas pudiendo molestar a community managers? Unos crean empresas imaginativas, otros hacen bromas muy chungas por Facebook. A lo que iba: Kelkoo es mi trabajo actual. Sorpresa que a nadie le importaba para quien no sabía de mi vida desde hacía meses, chorrada repetitiva para quien me sigue en Twitter, importante para nadie salvo para mi cartera, la cosa es que trabajo aquí como content manager and linkbuilding specialist. O lo que es lo mismo, bloguero de mierda. Pero profesional, eh. No es exactamente lo mismo que hacía por estos lares, pero intento colar lo que puedo (“¡Oh, querido jefe! ¡A todo el mundo le interesa el top 11 de los peores supervillanos! ¡Es para un público generalista! ¡Hasta a mi abuela le interesaría!”). Así, llevo tres blogs (de Tendencias, Viajes y Tecnología, tres temas en los que sabéis que soy experto, tanto como en calabazas o tenedores de colección) y en ellos escribo tontunas algo más relacionadas con el mundo real que con el mundo geek, aunque algo he metido cuando el jefe se distrae. Y sí, espero que os hayais imaginado esta escena a lo Botones Sacarino, con el dire y el presi persiguiéndose y un bocata de chorizo en la maceta.

¿Y qué es eso de Kelkoo? Pues ni más ni menos que un comparador de precios. ¿Que quieres comprarte un cuchillo de cocina, una muñeca hinchable y una revista porno, sin que nada de esto tenga que estar necesariamente unido? Bueno, pues en el sitio donde curro te comparan los precios entre varias tiendas y te dan la más barata. ¿Útil, eh? Bueno, pues hala, después del spam, ya podemos mover a otra cosa. ¡Circulen, circulen! ¡Aquí no hay nada que ver! ¡Salvo productos impresionantes al mejor pr…! Perdón: Deformación profesional. La cosa es que allí hago top tens, reviews, vídeos y cosas de esas. No, no es el Furibundo Espectador, aunque tarde o temprano habrá nuevos vídeos de este simpático personajillo. No sé dónde ni cómo aún, pero habrá. ¡Lo juro! ¡Para febrero! ¡O marzo! ¡O… bueno, para antes de Navidad, seguro!

El Normas Team, en plena ebullición de GENIALES ideas

Normas de Equivocación: ¿Recuerdan ese podcast que no tenía gracia y que les anuncié aquí hace ya año y pico? Bueno, pues los que aguantaron han podido ver una evolución bastante notoria durante la friolera de 51 programas, 6 especiales y el terrible e infumable piloto: Hardita, Bob, Freddy y yo nos hemos acostumbrado a la radio, ya no leemos guiones (salvo en los sketches) e improvisamos más, el final es una sarta de chorradas e incluso algunos de nuestros personajes empiezan a tener algo de carisma (como… eh… ¿Diddy Kong?). Si queréis escucharlo en directo (¡ya son unos cuantos cada sábado!) se emite los sábados de 18 a 19.30 en Radio Carcoma, aunque para escuchar programas antiguos tenéis que iros a nuestra web. ¿Queréis una recomendación de mis programas favoritos para engancharos, o algo parecido? Va, venga, son (pero no intente descárgarselos de Megaupload, cretinos):

Episodio 50: Detrás del ¿humor?

Episodio 44: La hora de la Tubbitostada

Episodio 40: SIDA en el ketchup (Especial Halloween 2)

Episodio 36: Ligar en el funeral de su padre

Episodio 35: Partir nueces con la polla

Episodio 33: La batsodomización

Episodio 31: Follar mientras ves Pokémon

Episodio 27: De Jesucristo a tetas

Crisis Creativa: Y nada, que como no tengo bastante con las dos cosas anteriores, también surgió la idea de ayudar a Fósforo, un buen hombre que lleva, con esfuerzo, sudor, lágrimas y semen su blog, Crisis Creativa y que necesitaba ayudantes que le escribieran cada quince días. Y allí que estábamos cierto señor con boina y talento y yo, que nos pusimos manos al teclado, cada uno por su cuenta. Total, que los martes que no postea él, posteo yo. Y viceversa. Si buscáis lo más parecido a El Blog de Randy de toda la vida, lo encontraréis aquí, así que ya sabéis: Por ahora solo he hecho unos pocos posts, pero muy contento y feliz. La cosa irá subiendo. Vamos, digo yo. Muy mal tengo que tratar a Fósforo para que me borre todos los posts.

Si quieren ver más del menda, hice un par de colaboraciones con Papanatos y en un episodio de mi podcast favorito, Game Over (¡panda de retards!), y en otro de los grandes, el de Viruete, hablando del veranito. Y la pregunta del millón: ¿Por qué, entonces, no retomar El Blog de Randy con todas las de la ley? Pues por una sencilla razón: Tampoco es tema de volver para luego descubrir que ni siquiera puedo llevar una cadencia de quince días y tener que decir adiós por decimoctava vez, como Wally Week comentó en su día. Bastante hazmerreír es este lugar de paz y tranquilidad ya.

Tía, o sea, te lo juro

Total: Que por ahí sigo haciendo cosas, Normas de Equivocación va a todo trapo (o a todo lo trapo que puede ir un podcast de humor en España) y de lo demás todo va bien. Y por ahora, hasta que Telecinco me ofrezca un pastizal por un telefilme sobre mi vida protagonizado por Juanjo Puigcorbé (y Hardita interpretada por, yo qué sé, María Valverde), la SER quiera comprar Normas y prostituirlo (¡nos dejamos! ¡En serio! ¡Freddy se pone tanga si hace falta!) o Antena 3 quiera hundir Neox con el Furibundo Espectador en prime time, por aquí está todo el pescado vendido. Lo que no quiere decir que mañana lleguen sardinas nuevas a otro puerto, no sé si lo pillan. Guiño, guiño, codazo, codazo. Y si Woody Allen terminaba Annie Hall con un chiste sin gracia, lo suyo es hacer un homenaje (la palabra fina para decir «plagio») a ese tipo que antaño era un genio y ahora es un gualtrapa más que ni él mismo entiende cómo puede ser tan nominado al Oscar.

No sé si conocen ese chiste que dice que un señor le pide al cura del pueblo una mujer recatada con la que casarse. El cura le recomienda ir a casa de doña Rosi, la más recatada del pueblo, y les casa. Ambos se van de luna de miel y el hombre se da cuenta de que Rosi no es virgen, por lo que vuelve enfadada a hablar con el cura: “¡Oiga, me engañó usted! ¡Mi mujer no era virgen!”, dice. “Oiga, yo le di lo que usted pidió. En este pueblo hay mujeres vírgenes, catadas y recatadas”. ¿Y saben? Así es como veo la creatividad y los blogs: A veces es mejor dejarlos cuando solo están algo catados, sin que la gente haya llegado a cansarse de ellos, que convertirse en un lugar que abusa de las mismas bromas y que ansía la repetición de buenos momentos que quedaron atrás. Más que nada porque, si El Blog de Randy hubiera seguido publicando diariamente, ahora estarían ustedes ante un lugar recatado, cansino, aburrido y tan sobado como terminal. No estoy diciendo que lo mejor sea dejar los proyectos a medias, pero sí que da gusto coger un proyecto virginal, catarlo y hacer que, poco a poco, vaya aprendiendo a moverse por sí mismo. Y en eso ando, tratando de coger la vida (ese gran proyecto, al fin y al cabo) y hacerla aprender aunque sea a hostias.

Tampoco va tan mal. Eso es lo que cuenta, creo.

Anexo (o cosas que os pueden gustar de esas que he hecho en este tiempo, Normas aparte):

Cómics imprescindibles: Super Mario en La Noche del Horror

Justin Bieber: Under The Mistletoe. Cómo morir por dentro en 13 pistas

5 recomendaciones para 2012

Los Juegos del Hambre: Cuando Battle Royale conoció a Crepúsculo

Los 11 supervillanos más ridículos de la historia

Los 5 peores objetos de merchandising de Los Simpson

Los 5 crossovers más bizarros

Los 5 juguetes más perturbadores

Las peores películas de Steven Seagal

Las 10 peores secuelas que estuvieron a punto de hacerse

Las peores adaptaciones que Hollywood quiere hacer

Los 9 peores juegos de Super Mario (y parte 2)

Los gadgets para cocinar más increíbles

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