¡¡Nostalgia mal entendida!!: Noticias y mesetash

¿Qué tienen en común un coleccionable cutre, un reencuentro con tu mascota y coches que se convierten en dinosaurios? Vale, que podrías comprarte un coleccionable cutre sobre coches que se convierten en dinosaurios y se reencuentran con su mascota, ¡pero también que forman parte de las noticias de esta semana! ¡¡Las habrán leído en más sitios, pero seguro que no han tenido que mirar en artículos de hace años para ver cómo se hacía esta entradilla!!

EL HOMBRE ARAÑA, SIN COLOR

Ah, Spiderman. Mi superhéroe favorito de todos los tiempos, el más maltratado por todo el que le toca (cuando no tiene una hija perdida, su mujer se divorcia, y cuando no, Tía May muere por vigesimoquinta vez. Seguro que en un número futuro le saldrá a pagar en la Renta mientras sale a patrullar con sabañones o algo así). Si te llama la curiosidad porque has oído que mola (o porque has visto la baz malísim bodr película con Andrew Garfield, lo tienes fácil, astuto lector, porque hoy por hoy, empezar a leer Spiderman está chupado. Los de Panini están tan desatados que prácticamente te regalan un tebeo del arácnido hasta con los cereales de desayuno (“¡Arañitas en tu leche, con un cómic gratis en cada paquete!”. Panini nunca entendió por qué su expansión de negocio salió tan mal). Puedes elegir entre la serie actual (odiada por muchos intransigentes, amada por mucha gente con cabeza. Sin que se note en qué bando estoy, eh), la versión Ultimate, los tomos grandes del Spiderman clásico, los tomos pequeños, los tomos medianos y las versiones digitales (las que se pagan, no las otras, so pirata), en una sola semana puedes pasar de no saber quién es Peter Parker a conocerte todo su árbol genealógico, sus enemigos y sus enrevesados argumentos al dedillo. Es por eso que, teniendo esta oferta, no sé qué demonios estaban pensando en Salvat (aquí uno duda entre hacer un chiste con Salvat Al Soldado Ryan o uno con Salva-t Deluxe. Ah, la dura vida del bloguero amateur) al sacar un nuevo coleccionable de Spiderman, que uno no sabe si sale por nostalgia (¡ah, los 80! ¡Stan Lee y Steve Ditko, en su mejor momento! ¡Straczinsky, qué tío!), por ofrecer más alternativas o, simplemente, porque entre café y café vieron que tenían el material cogiendo polvo en el almacén y algo había que hacer con él. Esta edición de Spiderman consta de tomos recopilando el material clásico (no se indica cuál, porque total, para qué, si todo esto de los superhéroes es igual), a 8 euros cada bicho, y con una ligerísima salvedad. Uy, muy pequeña. Casi enana e imperceptible: No tiene color. Vamos, que está en blanco y negro. Esto es algo que, a un buen precio, puede llegar a pasarse por alto (ahí tenéis las Bibliotecas Marvel, tan pizpiretas ellas), pero que, teniendo alternativas, resulta ridículo. Los de Salvat, viviendo en su mundo de magia y de color, se defienden diciendo que es un artículo para coleccionista (el famoso coleccionista de cómics que no quiere color en sus cómics. ¡Ah, qué apasionantes aventuras hemos vivido juntos!) y que traerá una lámina de López Espí en cada número. Ah, bueno. Siendo así. Por resumir: Teniendo en el mercado impresionantes tomacos (ya sabéis: La mezcla entre tomo y tabaco), comprarse esto es como tener deliciosos bocadillos de tortilla de patata por 3 euros en el mejor restaurante de la ciudad e irte a comer un sándwich de espárragos pasados al Bar Pepe. Vamos: Que no caigáis, leches. Si queréis algo de Spidey, acercaros a vuestra tienda de cómics, que a veces los dependientes no muerden. A veces.

Como entrante, matar a tu novia. Como postre, descubrir años después que se tiró a tu archienemigo y tuvo hijos. Ah, Marvel, nunca cambies.

Mientras, en otro lugar lejano de Salvat, también conocido como La Torre Del Mal…
-¡Señor Marvel, señor Marvel!
-Federico, ¿no te tengo dicho que no entres así de apresurado cuando estoy planeando un futuro digno para nuestros personajes?
-¿Ese dibujo es de Peter Parker embarazado con Mary Jane al lado escupiéndole a la cara?
-¡Es lo más digno que le hemos hecho en los últimos diez años!
-También es verdad. Bueno, señor Marvel, a lo que venía. Que me he dado cuenta que desde Civil War, no hay año sin un evento que cambie para siempre el universo y todo eso, luego, total, para cambiar un par de cosas durante dos meses y volver a la tontería de siempre.
-¡Eso no es cierto! ¡Injurias! ¡Calumnias! ¡Zapatetas! ¡Birbibirloques!
-¿Otra vez gritando palabras al azar porque suenan bien? ¡Pero si en 2013 hemos lanzado ya tres mega-eventos que no le han gustado a nadie! Que si la Era de Ultrón…
-¿No te gustó cómo no estaba enmarcado exactamente en ningún momento del Universo Marvel específico y cómo se puede resumir en un par de viñetas?
-…Que si Hambre, que si Infinity, que si…
-¡Ah, bueno! ¡A eso te refieres! Es que yo no les llamo eventos, ¿sabes? Los llamo “Descarada forma de sacar dinero a las máquinas de dinero”.
-¿Máquinas de… Se refiere a los lectores?
-¿Lec qué? ¡No, hombre, las máquinas esas que se tragan lo que sea!
-Ay. Bueno, la cosa es que los teasers estos que ha sacado ahora para su nuevo evento, señor Marvel, no tienen ningún sentido. Le leo lo que ha publicado: “¿Es él?”; “¿Es ella?”; “¿Son ellos?”. ¡Señor Marvel, la gente no tiene ni idea de lo que está hablando, así que no les está enganchando nada! ¿No podría ponerlo un poco más claro? No sé, alguna imagen, algo más aparte de estas preguntas tan bobas…
-¡Pero no puedo ponerlo menos encriptado o la gente sabrá todo sobre mi nuevo mega-crossover para 2014! ¡CATAPUM! ¡Todos los superhéroes del mundo se tropezaran a la vez con una piel de plátano! ¡Oh! ¿Por qué? ¿Qué ha ocurrido? He pensado en ocho números repletos de drama y acción hasta que se descubre que al final el malo es… ¡¡El Amo De Los Plátanos, un nuevo personaje creado por mí mismo y que lo va a petar!! ¡¡EXCELSIOR!!
-¿Hace exactamente cuánto que se le acabaron las ideas, señor Marvel?
-Agosto de 1995.

NUESTRO MUNDO ES DIFERENTE

Siempre me ha llamado la atención la gente que dice cosas como “Buah, Pokémon, siempre la misma mierda” o “Super Mario, qué patético, no hay juego que no sea igual”. Porque ya sabemos todos que la industria del videojuego, así en general, no suele repetirse en absoluto y siempre nos da experiencias de juego novedosas. Ahí están Call Of Duty, Battlefield o FIFA para probarlo. Por supuesto, esta gente ha visto una oportunidad de oro para lanzarse al cuello de los jugadores de Pokémon (¡¡Ja, ja, tienes 23 y sigues con esas estupideces para niños!! Bueno, voy a terminarme 50 Sombras De Grey, a ver si la zurra ya o se siguen mandando e-mails o qué) al enterarse de que, además de poder elegir entre los Pokémon iniciales de X/Y (Kyle no, el juego nuevo de la saga, carajo), Chespin (Chespinito, El Pokéchavo del ocho), Fennekin y Froakie (nombres escogidos sacando letras al azar de un bombo, claramente), podremos también elegir entre Charmander, Bulbasaur y Squirtle (¡Oooh! ¡Están tan explotados por la cultura pop que hasta los que no jugaron a Pokémon Rojo/Azul les han cogido un cariño artificial!), algo que hará que este juego venda mejor que el resto de los que han aparecido en los últimos años. Personalmente, desde el punto de vista del que no tiene tiempo para jugar y tiene tan solo cuatro medallas en el Pokémon Negro (quiero pensar que mi personaje, cuando le abandoné, se fue a casa con las medallas, las vendió en el Pokè-Cash Converters y ahora tiene dinero a espuertas), tengo la sensación de que las noticias sobre X/Y me parecerían la leche con vinagreta si estuviera en la universidad con la perspectiva de un verano tocándome las narices: Megaevoluciones (un concepto que parece sacado de un fanfic escrito por un niño de cuatro años, no es por nada), bichos en 3D, los Pokémon originales… ¿Sabéis cuál es el problema? Que muchos de los que compren este juego lo harán por nostalgia, y la nostalgia no es buena consejera: Nos hace creer que Los Fruittis estaban muy bien y que los chats del IRC eran mejor que Skype. Habrá que esperar a ver si los agoreros del “más de lo mismo” tienen razón o, por una vez, Game Freaks se ha lanzado a la piscina con doble tirabuzón y realmente ha hecho algo en la saga realmente interesante, más allá de los concursos de belleza Pokémon e intentos de jugar online que nunca funcionan bien.

«Ah, qué nostalgia, Mr. Mime». Nah, solo funciona con Pikachu y otros cuatro.

De momento, no cabe duda de que se intentan adaptar a los juegos de hoy en día: puede que no hayan entendido al cien por cien lo de meter increíbles novedades, pero han comprendido muy bien (demasiado bien, de hecho) el tema de cómo funcionan los juegos hoy en día: O sea, tú pagas tu disco o tu cartucho, y luego viene la segunda parte: La de apoquinar más pasta (si quieres, ojo. Si no, simplemente irás más lento y no te pasarás el juego en cuarenta años, ¡pero puedes negarte! ¡La posibilidad está ahí!). Lo hace Candy Crush, lo hace Plants vs Zombies 2, lo hacen los plagios baratos del Super Mario para Android, ¿y por qué no lo va a hacer Pokémon? Las opciones se planteaban infinitas para Game Freaks: Nuevos y flamantes Pokémon inéditos que debes comprar, objetos que solo se pueden conseguir mediante comprar con dinero real, complementos idiotas para tus criaturas, perfectos quien crea que esto es más Nintenpika que Pokémon… Bueno, pues al final nada de eso. En Pokémon X/Y tendrás que sacar dinero del banco para comprar el servicio de… bueno, de un banco. Dejad que os lo explique, porque sí, es confuso. Para los que siempre hemos jugado con los mismos Pokémon durante prácticamente toda la partida y, al terminar, dejamos el cartucho olvidado y a otra cosa Butterfree, no entendemos para qué carajo nadie querría tener 3000 guardados, pero si eres un profesional Pokémon (¡Curso CCC de profesional Pokémon! ¡Consigue ahora el trabajo del futuro! ¡Y de regalo, esta Poké-Flauta!) seguro que te interesa pagar un pastizal anual para tener a tus bichos en la nube y así sacarlos de forma más sencilla cuando los nuevos juegos vean la luz (Pokémon Puerta/Ventana, Pokémon Cuadro/Marco, Pokémon Einstein/Rajoy, lo que sea). Lo que viene llamándose, de toda la vida, “sacar pasta hasta de debajo de las piedras”. O, en este caso, hasta de debajo de los fans de la saga. Con lo duros de mollera y difíciles de mover de sus ideas (“¡Pokémon es lo mejor! ¡No hay nada como Pokémon! ¿Te he hablado ya de Pokémon?”) que son algunos, no me extrañaría que muchos lo fueran, de hecho.

DINOSAURIOS ROBOTS

Calvin (no, no me refiero a un señor pequeño sin pelo, sino al amigo de Hobbes) estaría encantadísimo con la idea: Michael Bay, el director conocido por Explosiones, Explosiones parte II y Trama de Amor Sin Explosiones Que No Importa A Nadie (PD: Al Final Hay Explosiones), ahora avanza el póster de su nueva película, una preciosa muestra de cine de autor que se llamará Transformers 4: La Era De La Extinción, que contará al fin con Dinobots (¿lo pilláis? Extinción, dinosaurios… ¡Si es que a Michael Bay hay que leerle entre líneas!). De momento, y después de una tercera parte en la que no se entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando en las peleas (¿Quién pegaba a quién? ¿Cómo? ¿Dónde?), uno no puede sino alegrarse viendo que en esta parte, ni supuesta jamona marcando trasero en la moto (ojo a la experiencia terrorífica: Megan Fox en 3D. Jamás te sentirás tan absorbido por una película) ni actorcillo de tres al cuarto (bueno, sí, Mark Wahlberg) molestando entre hostia de robot y hostia de robot. Yo propongo que, directamente, no haga ningún tipo de trama. Es lo que debió haber hecho Guillermo del Toro en Pacific Rim, qué demonios.

Hasta que no aparezcan los Numerobots, Transformers seguirá siendo mierda. Y punto.

¡…Y MESETASH!

Guarretes, no creáis que os olvido. Hay algo para vosotros.

Oh, sí.

Dame más.

Más llanura.

La llanura solitaria, la segunda parte de la película de los hermanos Wachowski. Y con este chiste tan hórrido despedimos la semana… ¡hasta mañana! ¡Por fin, el artículo del jueves, aparecerá mañana! Preparaos para el horror con Casi 300. ¡Semana 1, acabadita! ¡Quedan 3!