Monográfico X (1): Las típicas 10 excusas si te pillan viendo porno

Ah, los momentos míticos de la adolescencia…El primer beso, el primer suspenso en clase, la primera vez que te quedaste sólo en casa y te viste cinco pelis de terror seguidas, la crisis de madurez en la que tiraste tu SNES, la crisis de arrepentimiento en la que ahorraste para volverte a comprar tu SNES, la primera noche en vela estudiando, la primera novia importante, la primera (y última) vez que te arrastraron a una discoteca, la primera película no recomendada para menos de 18 años, con sudores fríos mientras estabas en el cine, la primera pandilla de amigos, el primer desengaño con tu pandilla de amigos. Y, sobre todos ellos, un recuerdo que perdurará en ti por siempre y te acompañará a la tumba. La primera vez que te diste cuenta de que Internet ofrece porno gratis a cambio de nada.

Y es que, no nos vamos a engañar, todo el mundo ha visto porno. Todo, todo, todo el mundo. Quien dice que no, miente como un bellaco. A ver quien se resiste a los 16 años a ver el típico VHS que un amigo te ha pedido que le guardes. Ni tú, ni yo, ni nadie. Bueno, las nuevas generaciones igual sí, que andan muy despendoladas, pero antes teníamos curiosidad por saber como era una teta. Cosas de no vérselas a nadie. Y después de tantos años, de novias, de desamores, tetash de verdad, amores y demás, lo único que nos acompaña siempre es el porno y la sensación horripilante de que algún día tu novia entrará con tus padres, tus abuelas con problemas del corazón, un grupo de rumanos salidos del circo mundial, ZAPATERO dispuesto a darte la llave de la ciudad y cuatro alienígenas que han decidido que era un gran momento para invadir la tierra justo cuando acabas de poner tu vetusto VHS en funcionamiento (los hay que no queremos vivir en la era de los videos de 30 segundos descargados desde Petardas.com, ¿vale?). Por si algún día se os presenta ésta situación, ¡El blog de Randy, sección Pilladas incómodas, os regala esta lista de las diez excusas más tópicas que se pueden dar si te pillan viendo una película porno! Porque el porno también es cine, demontres.

1) “Ay, es que me hace mucha gracia”. No lo dudo. Yo con el doble fistfucking anal es que me despollo vivo. Vamos, que luego me pongo La lista de Schindler y hago festival del humor. Ésta es posiblemente la peor excusa del universo, la que se usa para convencer a tu novia reticente de ver porno en pareja. “Venga, cari, si nos vamos a reir”. A veces te ríes, no te voy a decir que no, sobre todo si estás con un grupo mixto y os levanta la noche, pero si la estás viendo en tu solitaria soledad no creo que mucha gente se crea que lo haces como simple sustituto de un episodio de Friends. Que sí, que sus situaciones son absurdas, las chicas siempre están solícitas y demás, pero confiésalo. Aun no te has enterado del argumento de una peli de estas completa. Bueno, todo el argumento que pueda tener Big deep throats 15, vaya.

2) “La estoy viendo para un trabajo”. Manual, no te jode. Mira, si estudias audiovisuales aun puede colar (aunque si hubiera trabajos así, ya iba a correr la gente a apuntarse a una ingeniería, ya. Por mis narices ingenerías), pero si estudias cualquier otra cosa, más te vale haber pensado perfectamente la excusa y tener pruebas, porque te has metido en un embolado del que no vas a poder salir tan fácil. Que vale, que entiendo que a uno no se le ocurran ingeniosísimas excusas en ese preciso momento, pero decir esto es equiparable a decir “Mi cabeza está llena de tetas en este momento y no puedo pensar con claridad”. Si la interlocutora es tu madre, probablemente se lo crea. No eres un grande, quiero decir. Si tu madre te pillara asesinando a alguien y le dijeras que sólo son caricias, igual hasta se lo creía. Qué mono, su hijo.

3) “¡Vaya! ¡Yo creía que era Constantine y resulta que es porno!”. Qué vergüenza de P2P, ¿eh? Y mira que el nombre del archivo (Constantine xXx porn tits fuck Jenna Jameson lesbian gay sex shower teletubbies 16 yo) no daba a pensar que fuera un fake porno. Por si acaso, y si llevas ya media hora de película, siempre puedes decir que estabas esperando a que saliera Keanu Reeves. Quien sabe, igual es una película rara y conceptual que empieza con media hora de porno y después es una superproducción de Hollywood. La otra opción es que supieras perfectamente lo que estás viendo pero seguro que nadie piensa que lo supieras de antemano. Seguro. Fijo. Pervertido.

4) “¡¡Es la primera vez que veía una, por probar!! ¡¡Y no me gusta!!”. Vaya, pues si no te gusta ésta puedes mirar cualquiera de las doscientas que tienes guardadas en el disco duro (si el ordenador es compartido, bien disimuladas en C:/Archivos de programa/Nero/No tocar/Archivos importantes/No entry/Docs). A tu edad no va a colar. Sea la que sea. Y lo peor es que tengo razón y todo. Lo de la primera vez no se lo cree nadie a éstas alturas, gente. Y ya lo de que no te gusta es discutible. Nunca jamás me fío de los tíos que dicen que no les gusta el porno. Miradles mal, porque ya empiezan mintiéndote vilmente. Cualquier día te piden doscientos euros y no les vuelves a ver el pelo.

5) “¡¡No es mía, se la estoy guardando a Javi!!”. Javi es tu compañero de clase marginal que vive en una chabola con su familia y al que le pega meterse droga dura, pegar a ancianitas y ver Perdidas en la gran ciudad 4. Internet, oh, lástima, ha roto con ésta bonita tradición de guardar porno o decir que se guarda porno como medio de tener una bonita amistad con el Jony del barrio. Más que nada porque no cuela decir que le estás guardando un archivo .avi a un amigo en la carpeta Incoming. A no ser que tus padres crean que “avi” es un nuevo tipo de tren ultrarápido, vaya. Si es lo único que se te ocurre, mal vamos. Game over instantaneo.

6) “¡Me dijeron que ésta tenía argumento!”. ¡Y mintieron como bellacos! Y si no mintieron, pasaste el argumento hacia delante, no intentes engañar a nadie, hombre. Personalmente siempre me he descojonado con la gente que dice que en los años 80 la élite veía porno por sus argumentos y sus chispeantes diálogos y no por lo obvio. Que no cuela. Pero si sólo hay que ver las pelis que se estrenan intentando normalizar el sexo explícito, que no hay cristo que las aguante enteras. ¿Alguien se terminó 9 songs? ¿Alguien ha visto The brown bunny más allá de la escena de la felación? ¿Y Romance X? Nada, hombre, ver una peli porno por la trama es como  jugar al Super Mario Bros 3 por sus impactantes giros argumentales. Una estupidez. Seamos sinceros, las películas porno hoy en día están concebidas para ser vistas durante diez minutos y ya (veinte si estás con tu pareja, una hora si te duermes viéndola). Hombre, supongo que si se alquila se termina viendo entera, más que nada para rentabilizar los dos euracos que cuesta cogerla de un cajero normal, pero son la excepción que confirma la regla. El porno es aburrido porque debe ser aburrido. Si quieres una peli divertida ponte Tres pequeños ninjas en el parque de atracciones y pártete a gusto, oye.

7) “No es porno, es erótica”. Y mi caspa sabe a miel y mis pedos huelen a rosas. Por favor, un poco de seriedad. Si el cine porno hemos dicho que es aburrido a más no poder, el erótico es el David Lynch del porno, la parte que nadie comprende por qué existe pero que todo el mundo dice ver aun cuando estarían a gusto viendo a su Uwe Boll. O sea, las clásicas películas gonzo hechas con cuatro duros, actrices con ganas y actores con calzoncillos de pata larga contra esas películas que insinuan más que muestran. No hay nada más patético que una actriz restregándose contra una barra de bombero mientras se hace pasar por una chica sexy, sacando la lengua y haciendo monerías del estilo. Por cierto, si estuvieras viendo una erótica DE VERDAD no tendrías por qué poner excusas, más que nada porque hay sexo una vez cada tres cuartos de hora. Hablo sabiendo de lo que hablo. Yo era de esos que grababan aquel ciclo que dieron en Telecinco de madrugada. Malo no. Peor.

 

8) “Uy, no me he dado cuenta ni de que estaba puesta”. Uy, crees que quien te ha pillado es idiota. Imagínate a tí mismo por un momento, sudado, recobrando el aliento, tapándote como puedes, con la página de inicio de Internet explorer y apagando los auriculares a toda prisa. Si las de antes no colaban, ésta menos (y lo peor es que es de las que más se usan). La excusa se cae sola, o sea. De esas cosas te das cuenta. No ya sólo por el sonido (los Gimmimor y los Fakmiouyehbeibi se reconocen al instante) sino porque al cerrar ventanas, la cosa sale. Vamos, no me creo yo que mires la barra de herramientas de abajo y pienses “mmmh…a ver…factura…guión abierto…lo último de Despistaos…el messenger…Putas calientes en Brasil 8…sí, no veo nada raro”. Prepárate para el descojono generalizado. ¡Ya hay anécdota navideña! ¡Y tú serás el protagonista! ¡Yuju!

9) “No, no es porno: Es un clásico”. Cuela con Garganta profunda, cuela con Tras la puerta verde y si me apuras cuela con New wave hookers, pero no sueñes con que Caperucita XXX va a colar como clásico, porque no. Que quien te ha pillado puede hacerse el inocente pero de tonto no tiene un pelo (como la Caperucita de la peli, je, je, matadme). Por cierto, para que lo sepas: Los clásicos del porno son aburridos (pero más de lo que os podeis imaginar), están mal grabados y están llenos de pliegues y pelamen por todos lados. Por TODOS lados. Vamos, que parece grabado en una comuna hippy en plena huelga de epiladys y epilords. Suerte con vuestra búsqueda arqueológica, si algún día os poneis a ello.

10) “Me estaba haciendo guarradas”. ¡¡¡HUYE!!! ¡¡A saberse qué estaba haciendo realmente!! ¡¡Las usará para TODO menos para hacerse guarradas!! Nunca te fíes de alguien que acepta ver porno para estas cosas. Nunca. Jamás. Su sinceridad es demasiado abrumadora.

Tambien podeis usar excusas infinitamente más coherentes como “Un mago me obligó” o “El gremlin del armario me pide que se lo baje”, tirar por el clásico y nunca gracioso «Es para ver si al final se casan». O simplemente agachar la cabeza, coger el abrigo y salir de tu casa tan rápido que no haya manera de verte pasar por delante. ¡Un mundo de posibilidades, oigan! ¡Ya no teneis excusa para no disfrutar de Rabos ardientes 28: La nueva generación! ¡Uau! ¡De nada!