Internet: Se acabó molar

En la historia de la humanidad, ha habido avances técnicos impresionantes en la comunicación interpersonal. Primero fue un servicio postal que permitía mandarse cartas (sí, esas cosas blancas que a veces llegan al buzón y contienen facturas). De ahí al telégrafo (decidme que no soy el único que se ha imaginado a dos novios practicando sexo telegráfico. ¡¡La única cosa más patética que el sexo telefónico!!), el teléfono, El diario de Patricia…en fin, ya sabéis. Pero ninguno de estos medios nos hizo perder el tiempo tanto como lo consigue Internet. Ah, Internet, crisol de culturas, torre de Babel cibernética, lugar donde pasarse la mañana discutiendo sobre el tamaño idoneo de las uñas de tu pareja en Internet mientras alternas con videos de tipos explotándose granos en Youtube. Ah, Internet. ¿Qué sería de nosotros hoy en día sin pasarnos la tarde en el messenger hablando con gente que no nos importa sobre temas triviales? ¿Cómo viviríamos ahora sin la posibilidad de saber que Los fruittis tuvieron 36 episodios y Delfy 91 en un claro ejercicio de injusticia? ¿Quien no recuerda los inicios en Internet, recibiendo mails con chistes aun poco refinados y Powerpoints de Coco que nos enseñaba la diferencia entre grande y pequeño con unas fabulosas tetash? La risión, tú. Coco enseñándonos tetash. 4chan empezó por algo así, y mira. Pero Internet se desgasta, y ya empezamos a estar todos un poco hasta las narices de las personas que habitan esta basta red. Me di cuenta cuando mi madre me enseñó un powerpoint de esos que te hacen fijar la vista en un punto y de repente te da un susto (previamente anunciado en el mail, titulado: “¡¡Enciende los altavoces!! ¡¡Jajajaja, qué risa!!”. La sutilidad no es la clave de Internet, no). Internet es aburrida, repetitiva y el horror horroroso, especialmente para los que llevamos media vida aquí metidos. Vamos con esas cosas que todos odiamos de Internet pero que nunca nos atrevemos a decir por eso de quedar bien delante de la gente. Pero que se odian. A muerte.

El frikitest: La típica página que te pasan tus amiguitos chupifrikis para adivinar tu nivel de frikismo y comparar. Se trata en realidad de un lugar donde marcar las cosas que has visto y/o leído, por mucho que las hayas olvidado por completo. La primera vez tuvo su gracia (gracia de ver y olvidar, vaya), a pesar de que más que un test friki era un test nerd, pero se podía permitir por eso de que hacía risa leer nombres como Orson Scott Card en una lista de supuestas cosas frikis. La decimoquinta vez que sacas “Superfriki” a pesar de haber cambiado tres o cuatro respuestas empiezas a sentirte estúpido por hacer el test de los cojones cada vez que alguien lo pone en un foro. Y aun ahora, nadie se atreve a decir que este test tiene de friki lo que yo de bailaora de flamenco. ¿Que si he programado una calculadora? ¿Que si he inventado mi propio idioma artificial? ¿Que si creo que Bob Esponja es mi nuevo mesías? ¿De qué demonios me estáis hablando? ¿Y qué tiene que ver esto con un friki cualquiera? ¿Dónde están las preguntas intrincadas sobre One piece, Battlestar Galactica y Lost? Cualquiera puede marcar una casillita que te pregunta si crees en hombres lobo, ¿pero quién puede decir cual es el nombre del hombre que aparece en los videos de orientación de Dharma? Nada, nada. Este test es un truño para gente que necesita autoafirmarse en lo guay y cool que es ser friki. Cualquier persona que se vanagloria de lo friki que es, tiene de friki lo mismito que mi abuela. Pese a todo, y cuando estas personas te vuelvan a pasar el link del frikitest de los cojones, volverás a hacerlo una y otra vez, una y otra vez. Y te volverá a salir “Superfriki” mientras a tu amigo el cani le sale “Dios friki” entre risas guturales. Mátale. Nadie te culparía.

Dios friki

 

Youtube: No, en serio. ¿Hace cuánto que no os reís con un video de Youtube? Es que ya hasta las cosas más graciosas, geniales y fabulosas se transforman en patochadas sin gracia alguna por el mero hecho de verse en una pantallita pixelada. Y el hecho de ver quinientas veces el mismo video en ochocientos blogs no ayuda. ¿A alguien le hizo gracia la ardilla mirando a cámara más allá de una sonrisita cómplice la primera vez? ¿A alguien en este maldito mundo le siguen haciendo gracia los videos de Loquendo? (porque si es por la voz, entonces se lo iba a pasar pipa esperando a los trenes de Cercanías en Madrid). Algunos tienen un pase, todos aquellos de Préxades, El niño que no sabía tocar el piano y demás idioteces cuya mayor gracia era mostrar lo inútil que era el Loquendo para mostrar emociones, pero hoy por hoy, buscar “Loquendo” en Youtube es sumergirse en un mundo repleto de bakalas haciéndose pasar por frikis, frikis de los de frikitest haciéndose pasar por bakalas y gilipollas en general que creen que decir “Oliver y Benji eran una mierda para retrasados como tú metételo por el culo ajajajajajajaaj” tiene gracia y es original. Por favor, que alguien destruya al creador de Loquendo por el bien de la humanidad. Cada vez que vemos un video de estos, perdemos dos neuronas. Comprobado. Sobre el resto de videos de éxito, pues lo dicho. A veces sale alguno que nos hace recobrar la ilusión en Internet, como este que os pongo ahora, pero la mayoría son simples repeticiones de un producto exitoso anterior, esperando que llegue alguien que vuelva a revolucionar Youtube. Por favor. No soportaría ver la enésima versión de la ardilla mirando a cámara, esta vez a lo José Luis Garci. Nunca tuvo gracia. Maldita sea, nunca.

Un hombre desnudo con careta de caballo preparando champiñones venenosos y comiéndoselos mientras baila. A veces Internet es maravilloso.

Hechos de la vida de Chuck Norris: ¿Os imaginais lo terrible que tiene que ser la vida de Chuck Norris? Vas a comprar el pan y el panadero te dice: “¡Eh, Chuck! ¡He oído que duermes con una almohada bajo tu arma!”. Sonríes. Vas a comprar el último número de Variety y el tendero te salta un “¡En realidad el Coyote no perseguía al Correcaminos! ¡Chuck Norris les perseguía a ambos!”. Aprietas el puño mientras sonríes. Un tipo te reconoce por la calle de camino a tu casa y te señala con un “¿Es verdad que tu principal exportación es el dolor?”. Al llegar a casa, estoy seguro de que Chuck Norris llora (por favor, que nadie piense “¡Pero sus lágrimas tienen propiedades curativas!”. Por favor). Y es que los hechos de la vida de este pobre muchacho no sólo tienen que atormentarle a él: Tambien nos atormentan a nosotros. Reconozcámoslo. No tuvieron gracia jamás. O sea, se basan en “Chuck Norris es fuerte y pega a gente”. A partir de ahí, alguien se inventó cinco frases con gracia y todo el mundo en Internet se dedicó a imitarle creyéndose humorista profesional. Todo el maldito mundo se creyó que podían hacerlo mejor que los profesionales. Por su maldita culpa, ahora no hay película de acción en la que el gracioso de la pandilla no diga “¡¡Si Chuck Norris hubiera estado ahí, John McClane habría muerto!”. Gilipollas. En serio, Internet se colapsará si un solo hecho más de la vida de Chuck Norris es inventado. Por favor, no lo hagais. Él no lo haría. Él, simplemente se iría a su casa a llorar lágrimas con propiedades curativas. Pobre Chuck Norris, pobre. ¿Por qué no inventamos hechos de la vida de Shura? Seguro que es hasta más divertido.

Powerpoints: La sensación de descubrir un Powerpoint en nuestra bandeja de entrada es la misma que cuando vemos por la tele las galas de TVE en nochevieja: rancias, ñoñas y del siglo pasado, pero que no podemos evitar mirar para recordarnos lo bajo a lo que podemos llegar. Por lo general, el Powerpoint en cuestión te llegará de manos de tu tía marchosa de cuarenta años que te preguntará por él en la próxima reunión familiar (“¿A que no te esperabas el susto para nada cuando te decía que te fijaras en el punto rojo de la pantalla? ¡¡Ja ja ja ja!!”. No, tía, qué va), y será de uno de estos tres tipos. No hay más, por más que busquemos. El primero es el Powerpoint “Cuantotequiero”, que consiste en poner un fondo de arcoiris o de cosas ñoñas mientras ositos con corazones ponen frases típicas del rollo Tagore: “Si lloras, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. Uh, oh, qué bonito, qué filosófico. Por favor, no pongais quien lo ha escrito realmente, así todos nos creeremos que sois vosotros los artífices de semejante moñada. Todos ellos acaban con un “Si tu tambien me quieres, ¡reenvíaselo a todos tus contactos!”. Lo siento, tía, no te quiero tanto como para hacerle eso a mis pobres contactos. Click. Qué manía con querernos y tenérnoslo que decir por Powerpoint. Sigh. El segundo tipo es el tipo “risión”. Fotos de gatos, sustos de esos, chistes de la época de Arévalo, imágenes mal photosopeadas metiéndose (mal) con políticos…Tu madre te los enseña con una sonrisa en la boca, a pesar de que lo has visto mil quinientas treintayocho veces. Sí, el test Homer Simpson jamás ha tenido gracia (ese de “¿Cuanto duró la guerra de los cien años?”). Y para gatos ya tengo 4chan. Oh, dejadme de mandar esas cosas. Si los videos de Youtube no tienen gracia, los Powerpoints son aun más decadentes. Sólo consiguen que el odio crezca en tí de mala manera. El tercer tipo, obviamente son los “porno, jijiji”. Que podían tener sentido en los inicios de Internet, cuando había poco ancho de banda y era la mejor manera de ver tetash, pero, la verdad…pudiendo ver “Threesome gangbang in beach” en cualquier Youtube porno, ¿para qué demonios queremos ver a Coco enseñándonos pechos femeninos? Venga ya. A nadie le hacían gracia sus enseñanzas. Sólo queríamos ver desnudos, y eso lo tenemos con creces en cualquier página de Internet. Get the fuck out, Coco. Y Powerpoints en general. Que alguien elimine ese programa de la faz de la tierra.

Blogs y Fotologs: Estoy seguro de que hay un corrector ortográfico en los Fotologs que impide que los comentarios no tengan faltas de ortografía, y que convierten “Bonita foto, me gusta mucho el juego de luces” en un “NinIaaAAah k xulaaaA”. Si no, no me explico por qué la gente que ronda los Fotologs tiene, por lo general, tan mala ortografía y tan pocas cosas que decir. Y conste que algunos son verdaderos blogs la mar de interesantes, bien escritos y demás (la mayoría no, para qué negarlo, son simplemente fotos ReXulOnaS y comentarios de la foto con la profundidad emocional de Pa mi mulata, pa mi morena), pero no hay quien se trague los malditos comentarios. De verdad. Dan tanta grima como aquel viejo conocido que viene a saludarte en algún salón y te dice, en sus cinco primeras frases, “Tengo un blog”. Que me parece fabuloso, yo también tengo uno. Todo el mundo tiene uno, pero te callas por educación, igual que cuando te dice que es uno de los blogs más mejores porque le visitan 150 personas al día. En fin, he llegado a un punto en el cual odio los blogs. Sí, hay algunos que amo y todos sabéis cuales son (más que nada porque alguno seguro que es tuyo, ¡oh, astuto lector!), pero el 90% de los que hay por la red son simples videos de Youtube y monólogos escritos de El club de la comedia con 0 comentarios. Qué ganas de ocupar un espacio en Internet y de hacer perder el tiempo a la gente, madre. Casi prefiero que me cuenten su vida, por hilarantemente aséptica que sea. Por lo menos me daría la impresión de que hay alguien detrás de la pantalla y no un simple robot que pone los videos de Youtube más vistos del mes.

SeMprE jUnt0h HaRdiTah Te KeReI0h

Y hasta aquí. Otro día continuaremos con esas cosas que estoy empezando a odiar, como 4Chan (en serio, vale ya de poner fotos de gatos en foros perdidos del mundo. Ya lo hemos pillado, son gatos, qué risa. Parad, por favor, no tiene gracia fuera de su lugar de origen). Internet es un mundo repleto de odio y rencor hacia la humanidad. Y encima dejan que cualquier perturbado exprese su opinión en su blog. Así no avanzamos. Así no avanzamos. Tsk. Ahora, ponganse a contar las veces que he dicho «no tiene gracia» sin darme cuenta de que el artículo en sí tampoco la tenía. ¡Animo! ¡Animo! ¡No hay premio para el ganador! (para los que ganasteis el concurso de fanart y demás, el lunes os mando todo, que lo tengo preparadito en casa. Paco, me falta tu dirección todavía, así que ya sabes, mandame un mail si eso.

Mañana, noticias y tetash. Ahí, el Coco del siglo XXI.