Summer style: Vampiros que brillan bajo el sol (por Salmakia)

El mal

Es posible, si aún consumís cultura impresa, que dando vueltas por una librería os hayáis topado con una atractiva portada de unas manos, una manzana y qué se yo. Os encontrasteis ante Crepúsculo, y si Dios (o Jean-Claude Van Damme) estuvo de vuestro lado, os alejaríais rápidamente de él al grito de AROOOO. Si por desgracia lo cogisteis y comenzasteis a leer, como me ocurrió a mí (aunque yo, por suerte, no pagué por él), descubristeis una de las puertas del infierno, en forma de novela rosagótica mala y putamente adictiva.

Hansi quiere seguir leyendo Crepúsculo

El personaje Mary Sue número uno es la protagonista, Bella Swan. Con ese nombre ya sabemos de qué pie cojea la autora, ¿verdad? Es una chica inadaptada que se muda con su poco conocido padre al que llama Charlie (¡wau, qué moderno!) y tiene graves problemas de autoestima. Como todo el mundo sabe, lo mejor para paliar estos problemas es sumergirse en una relación de abuso emocional, pero ya hablaremos de ello.
El personaje Mary Sue (O Gary Stu para los puristas) número dos es el prota, Edward Cullen. Si Bella Swan es la escritora, Edward Cullen es su capitán de fútbol americano, su chico popular preferido en el insti, ése que rechazó su invitación para el baile de graduación. Lo de convertirlo en vampiro sería, probablemente, para dar un toque mishteriosho (que siempre mola) y para hacer entrar la serie en el corazón de gotiquitos y emitos de menos de dieciséis años. Todas las fans, todas y absolutamente todas, aman a Edward. Si dicen que no, mienten. Edward es el hombre de los sueños de todo el mundo, incluso de Randy [NdR: El hombre de mis sueños es George Clooney, conste. Más que nada por llevar la contraria]. ¿Cómo podríais negaros a los encantos de este encantador vampiro? Como dijo la misma autora en una entrevista: «¿Qué hace Bella Swan cuando su verdadero amor la abandona? ¡No es sólo su verdadero amor, es Edward Cullen! Ninguna de las otras heroinas han perdido un Edward (Romeo era impulsivo, Willoughby era un sinvergüenza, Tristan tenía problemas de lealtad, Heathcliff era pura maldad, Rhett tenía un ramalazo cruel y la engañaba con putas, y el dulce Gilbert era más Jacob que Edward). Así que, ¿qué ocurre cuando El Verdadero Amor en forma de Edward Cullen abandona a Bella?» . Guau, nena, con esas credenciales hasta yo comienzo a sentir palpitaciones en mi muerto corazón. Es un personaje mejor que todos los héroes de la literatura.

Venga, no disimuleis: Os habéis puesto palotes

La primera mitad es un desencuentro constante. Edward, con sus pijos amiguitos, va al insti (porque sí, ¿creíais que al mejor protagonista de la historia de la literatura una minucia como la luz del sol iba a… no sé, destruirle? Qué va, en esta historia le hace BRILLAR) y mira mal a Bella. Nuestra amada Mary Sue le mira mal y desarrolla esa típica aversión de chica conoce a chico, chica odia a chico, chica acaba follando con chico en una explosión de ardorosa pasión.

Pasan cosas que no nos interesan, bla, bla, y Ed salva a Bella de unos violadores-atracadores. En un jeep, él le cuenta su secreto y ella se siente aún más mesmerizada. Es decir: un chico que te desagrada acaba de decirte que es un vampiro y que la tuya es su sangre favorita. Como todos sabemos, lo mejor que puedes hacer es morrearle con la esperanza de que tu saliva le deje inconsciente. Es entonces cuando comienza la historia de amor de Edward y Bella, que en este libro es tal que así:
– Bella, te amo.
– Yo también te amo, Edward.
*se besan como posesos*
– Oh, basta, Bella, debo controlarme… No quiero hacerte daño. Pero te amo.
– Yo también te amo, Edward.
Y vuelta al inicio. Con semejante estructura, ¿quién se quejaba de que House se repetía? ¡Venga ya!
Edward presenta a Bella a su familia y la invitan a jugar al béisbol (béisbol vampírico… ‘nuff said). Como tienen mega fuerza, sólo pueden jugar cuando hay tormenta, porque las hostias que le dan a la pelota son antinaturales. Pretendían pasar desapercibidos (ir al instituto y jugar al béisbol es una forma estupenda de pasar desapercibidos) pero una malvada pareja de vampiros llegan y pretenden comerse a Bella. Jo. Qué mal.

Nuestras plegarias no son escuchadas y no se la comen. Es más, el tío acaba muerto y la tía se va prometiendo venganza. Y se acaba el libro. Ja. ¿Creíais que aquí terminaba todo? No, queridos. Aún hay tres libros más, a cada cuál más horrible. Por ejemplo: ¿sabíais que el mejor amigo de Bella es un hombre lobo y está enamoriscado de ella? ¡Jajajá, espíritu de Underworld, allá vamos! ¿Que Bella ve a Edward cuando está a punto de morir, por lo que intenta suicidarse estúpidamente varias veces? ¿Que un vampiro puede preñar a una mujer? ¿Que la criatura resultante debe llevar el nombre de Renesme? ¿Que a cada libro que pasa la cosa se va haciendo más y más horrible hasta el punto de que muchos de los fans esquizofrénicos se dan cuenta?

Y lo peor de todo: ¿sabéis que van a hacer una película? Dios mío: teasers, trailers, merchandising, gotiquitos que no leen pero que ahora pueden caer bajo el influjo de Edward Cullen (¡un verdadero amor como pocos!).

Bella está drogada. El amor es su droga.

Así que ya sabéis, amigos. Si vuestros hijos no leen, no importa. Aún están a salvo de Crepúsculo. Eso sí: aseguraos de que les arrancáis los ojos y los tímpanos antes de que llegue la película…

[Una vez intenté mirar Crepúsculo, pero me quemó en la mano y me creó llagas la mar de feas. ¡Y sí, amigos! ¡El blog de Randy hablará durante la temporada que viene -que empieza el lunes, por cierto- sobre LIBROS! Lo pedistéis, y aquí lo tenéis. Y, obviamente, empezamos con un gran clásico. Ya veréis, ya. El miércoles, y tras su artículo de Detective Conan, Storywriter nos cuenta otra serie repetitiva hasta la nausea: Pokémon. Y el viernes, para terminar el Summer style como empezó, Edorta y Arthur nos enseñan un cómic de los que merecen la pena: ¡Para tí que eres blogger! Hoy: Dinosaurios. Allí les veo. Oh, otra cosa. Si se les ocurre alguna novedad para la temporada 2008/2009, no duden en decirla en los comentarios. ¡Porfi!]