¿Qué es un blog de tebeos?

[El siguiente post pretende hacer una peqeña introducción de lo ocurrido los últimos días para todos los que no se hayan enterado de nada junto a una pequeña reflexión final. Hoy no pretendo ni sentar cátedra ni muchísimo menos hacer gracia ni nada por el estilo. De hecho es probablemente lo peor que haya colgado por aquí, pero siento ganas de decir algo al respecto yo también]

Sí, vale, este no es un blog sobre tebeos propiamente dicho (entrada de chorricómic los lunes, alguna noticia marvelita los viernes y gracias), y siempre estamos de coña, humor, mal pretendidas risas. Ya sabéis que raramente me suelo poner serio, pero lo que está pasando en la blogosfera, sección cómics, arriba a la derecha después del blog de Escolar, me parece uno de los espectáculos más bochornosos que he tenido oportunidad de ver en las procelosas aguas del Internet. Supongo que no conoceis la historia, y algunos ni siquiera conoceréis a los personajes invitados en ella, así que permitidme presentaros al gran protagonista de todo este asunto: el capo del cómic en España (con cariño, que ya son años leyéndole), el tipo que dice “esto es bueno” y se convierte en premio automático del salón aunque sea la lista de la compra de Bill Watterson, el señor sin el que una presentación de cómics en la FNAC queda como vacía y simplona. Abucheado y admirado a partes iguales, pero en todo caso respetado y subido a un tótem sagrado e inamovible. Estoy hablando, por supuesto, de Alvaro Pons, el blogger que hace posible diariamente La cárcel de papel, el mejor blog serio de tebeos en español con permiso de los chicos de Zona Negativa.

He tenido oportunidad de cruzarme con el ínclito señor Pons tan sólo una vez, en la presentación de Bone en Barcelona, y reconozco que estaba allí más por Jeff Smith y por Albert Monteys (por aquel entonces yo no curraba donde curraba) que por darle la mano a nuestro protagonista de hoy. Pese a todo, cruzamos un par de palabras, por lo que deduzco que me ha olvidado de igual manera que yo olvido a la taquillera que cada mañana me vende el tiquet de autobús a precio de Marvel Essential. Pero olvidar al señor Pons es imposible. Más que nada porque uno de los grandes temas de cualquier salón del cómic que se realice en España es “¿Has leído lo último de La Cárcel sobre…?”. Con una prosa fácil de comprender y un gusto más bien gafapasta (pero llevado con orgullo, de ese que le permite poner sin despeinarse un 0 a la Civil war y recomendar furibundamente Los juncos, de Sandra Uve, uno de esos cómics de 80 páginas que cuestan diez euracos y que casi recomiendas por no quedar como un imbécil por habértelo comprado), Pons ha logrado incluso ganar dinero por escribir un blog, el tristemente difunto DDT, entrando así en la élite de los que hemos sido despedidos de la bloggerización profesional. Vale, espero que ya hayan hecho el retrato robot de nuestro hombre. Presentaciones hechas. Pons, gente. Gente, PonsAhora, si le dan a ese ridículo botoncito de “Leer más”, empezamos a cortar el bakalao. O no. ¿Qué demonios es un blog de tebeos?

Don Pons. Álvaro, no Sito.

 Un blog, como su propio nombre indica, se trata de un diario en Internet. Un lugar donde exponer tus pensamientos, tus inquietudes, tus dramas y temores, bla, bla, bla. Lo habréis leído en mil revistas rollo XL semanal a estas alturas. Eso sí, si decides consagrar tu blog a charlotear sobre algo en especial (cómic, rinocerontes, iPods, rotuladores verdes, pinturas Carioca), lo personal queda a un lado (a no ser que quieras que tu blog no le interese a nadie mas que tus amiguetes, vaya) y tus opiniones sobre las pinturas Carioca y los rotuladores verdes copan las entradas para soslayo y alegría de los aficionados al tema, que alguno habrá. Y a medida que te haces conocido, pues también es de agradecer que vayas poniendo, a modo de extra para quien no pueda informarse de otra manera, las novedades de rotuladores de cada mes (a poder ser comentadas, por pedir que no quede), los DVD más boyantes del mercado o los posavasos que salen en enero en una nueva colección primavera-verano. Información subjetivizada, vaya. El problema es cuando alguien, de repente confunde tu blog con un lugar profesional que da dinero a espuertas y que tiene la obligación de informar de todo lo que a ella le viene en gana. La gente no termina de meterse en la cabeza una cosa: Los blogueros (excepto los de deluxe, como el gran Espoiler) no vemos un puto euro. Hacemos esto porque nos gusta entretener y divertir en el caso de algunos, o dar inteligentes puntos de vista en el caso de otros. O ambos juntos. Y desde ese momento, cada cual habla de lo que sabe, de lo que le apetece o de lo que le da la puta gana, sin restricciones de ningún tipo ni obligaciones con nadie. Que esto es un blog, no un periódico, demonios.

La cosa es que cierto colectivo, cuyo nombre no diré aquí, se llevó una pataleta de las gordas al ver que Alvaro Pons reseñaba con emoción (con razón) la visita de Moebius al salón del cómic de Barcelona sin nombrar que autores muy chulis venían también a Granada. Fíjate tú. Por lo visto el señor Pons estaba en la obligación de sacar la nota de prensa de la “minicárcel” y comentarla por todo lo alto, porque…eh, un momento. ¿Obligación? ¿He dicho obligación? ¿En un blog? ¿En SU blog? Lo siento, chicos granadinos, pero esto no funciona así. Por supuesto, la chispa avivó una llama gigantesca, que llegó a su punto álgido con el comentario definitivo por parte de Pons: “Sí, soy parcial”. Con dos cojones. Obviamente no va a comentar el salón de Granada igual que no lo haré yo, ni va a hacer una crónica de un lugar en el que no ha estado. Si le pagan el viaje, o le llaman a una conferencia, o le da la gana de ir sin que nadie le invite, lo hará. Si no, no tiene ninguna obligación para con nadie. Así de claro.

Moebius. Oh, maldito, sin tí la chispa no habría saltado.

De pronto, cual Mermelada gritando a los cuatro vientos que se le margina por ser homosexual (en realidad es por lo que todos sabemos, pero a quien le importa a estas alturas), el colectivo en cuestión llegó a la conclusión de que si Pons no les nombraba no era porque no podía asistir a su salón, no: Era porque odiaba a todo lo andaluz. Y como él, los de Zona negativa, Un tebeo con otro nombre y cualquier otro blog de cómics habido y por haber. Que semos los más mejores y nadie nos lo quiere reconocer. El segundo salón más visitado de España y los blogs no nos dan ningún tipo de propaganda, oh, malditos racistas etnocéntricos. Por cierto, a todo esto, la nota de prensa aparecía sin problema alguno reseñada en la columna de “notas de prensa”. Pero en fin, que no hay más ciego que el que no quiere ver. O que Stevie Wonder.

Un blog sobre cómics es un lugar para divertirse después del trabajo, para relajarse y contestar a los comentarios como quien se toma algo en un café. Para tomarse los tebeos a broma (como en ADLO! o El blog de Jotacé) o algo más en serio (Un tebeo con otro nombre, Es la hora de las tortas), pero en todo caso por amor al arte y a los cómics. Si nos empezamos a poner obligaciones, a quejarnos por parcialidades (en toda opinión hay una parcialidad, vaya, ¿no es absurdo quejarse por eso en un blog?), a obligar a reseñar lo que tu quieres que reseñen, un blog deja de ser un matarratos y se transforma en un lugar al que estar esclavizado. Pons estuvo así durante un tiempo y, por suerte para todos, esa etapa mutó en la fabulosa New Cárcel of papel.

Si se quiere “profesionalizar” el mundo del blog, que alguna institución (¿Ficomic?) mueva un dedo por juntar a los mejores blogueros y que se les pague un dinero por promocionar lo que ellos quieran que sea promocionado. Hasta entonces, si quieres promoción, puedes pedirla con amabilidad, pero JAMÁS exigirla. Porque a mí me viene alguien exigiendo que vaya a su salón y el único salón que voy a ver es el de mi casita. Está más claro que el agua. Y si quieres promocionarlo, ya sabes: Haz banners, contrata una agencia de prensa, regala pases, lo que quieras, pero no te limites a sentarte en un rincón y a llorar porque te marginan los malvados blogs.

En fin. Todo esto ha servido para una oleada de interesantísimos posts y una iniciativa a la que todos los blogueros debemos unirnos en hermandad. Desde Jotace’s place, al fin se hace algo útil por la blogosfera española…

¡¡El día del culo!! ¡¡El 15 de febrero!! ¿No amais la blogosfera de repente, capaz de convertir momentos malrollistas en posts con culos? ¡Viva! ¡Bravo!

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A los fieles del lugar este, mañana volvemos con las tonterías habituales. En este caso, el peor juego de DS que he tenido oportunidad de probar. Sí, peor que Hannah Montana.